"Un grupo de 44 ex altos funcionarios, diplomáticos, militares y empresarios estadunidenses instó al presidente Barack Obama a aflojar el bloqueo económico de más de medio siglo y abrir más las relaciones con Cuba, mientras, por separado, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos viajará próximamente a la isla para evaluar la posibilidad de “hacer negocio”. Todo parte de un creciente coro tanto en las cúpulas como en sectores sociales aquí en favor de un cambio en las relaciones de Wa-shington con La Habana.
En carta abierta a Obama, el ex director de inteligencia nacional (y ex embajador en México) John Negroponte, el ex jefe del Comando Sur de Estados Unidos (y más recientemente Comandante Supremo de la OTAN) almirante James Stavridis, el ex subsecretario de Estado Strobe Talbott y el empresario cubanoestadunidense Andrés Fanjul, junto con otros 40 ex funcionarios, empresarios y académicos, afirmaron que “Estados Unidos se encuentra cada vez más aislado internacionalmente en su política hacia Cuba”, e indicaron que el presidente tiene una oportunidad “sin precedente para instar avances significativos si recurre a su autoridad ejecutiva en un momento en que la opinión pública sobre la política hacia Cuba ha girado hacia una mayor interrelación con el pueblo cubano mientras mantiene la presión sobre los derechos humanos”.
Los firmantes solicitaron que el presidente use su autoridad ejecutiva para permitir mayor comercio entre los sectores privados de ambos países, amplíe el número de agrupaciones autorizadas para facilitar viajes de expertos para prestar asesoramiento técnico a empresarios cubanos, mayor flexibilidad en el flujo de dinero con fines empresariales e impulsar la expansión de las telecomunicaciones en Cuba al permitir la venta de equipo e infraestructura.
“Hoy más que nunca Estados Unidos puede ayudar al pueblo cubano a determinar su propio destino al construir sobre reformas de política estadunidense que ya se han iniciado”, escribieron. Los cambios que proponen, añaden, ayudarán a “otorgar mayor libertad a organizaciones e individuos privados de servir directa e indirectamente de catalizadores de cambio significativo en Cuba”. Entre los firmantes también se encuentra el empresario Gustavo Cisneros, los ex secretarios asistentes de Estado Jeffrey Davidow, y Arturo Valenzuela, los ex legisladores Byron Dorgan y Lee Hamilton y David Rockefeller. La carta.
Por otro lado, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas Donohue, anunció que realizará su primera visita a Cuba en 15 años. Afirmó que “este viaje ofrecerá un vistazo de primera mano a los cambios en las políticas económicas y si están afectando o no la capacidad de hacer negocios ahí”, reportó Ap.
Aunque Obama modificó algunas de las restricciones impuestas por su antecesor George W. Bush y legisladores cubanoestadunidenses, incluso el aflojar límites sobre viajes, mayor intercambio a nivel universitario y el envío de remesas, no ha cumplido con sus promesas iniciales de buscar un cambio mayor en la relación bilateral. Esta, a la vez, se ha complicado por el asunto de “los cinco cubanos” antiterroristas encarcelados en Estados Unidos y el encarcelamiento del contratista estadunidense de la USAID Alan Gross en Cuba.
La relación se enturbió más con las recientes revelaciones de la agencia Associated Press de que la USAID impulsó un proyecto clandestino (la agencia y la Casa Blanca insisten en que no fue secreto, sino “discreto”) para establecer una red social digital apodada “Twitter cubano” con fines de propaganda estadunidense. Y en los últimos días, Cuba arrestó a cuatro cubanos residentes en Miami y los acusó de conspirar para llevar a cabo actos terroristas en la isla, algo por lo que, curiosamente, Washington no ha protestado.
Sin embargo, continúa creciendo un coro influyente y cada vez más amplio en Estados Unidos para modificar la política de Washington hacia la isla. Encuestas recientes continúan registrando el giro en la opinión pública estadunidense mencionada en la carta abierta. Un sondeo del Atlantic Council a principios de este año registró que 56 por ciento de los estadunidenses favorece un cambio de política hacia Cuba, y aún más sorprendente, que 63 por ciento de los ciudadanos de Florida favorecía un cambio.
Hace un par de semanas cuatro legisladores federales estadunidenses, todos demócratas, visitaron Cuba y señalaron que las condiciones ya están presentes para promover negociaciones directas entre Washington y La Habana hacia la normalización de relaciones, reportó Prensa Latina. Y el candidato demócrata a gobernador de Florida –y ex gobernador republicano de ese mismo estado– se atrevió hace poco a declarar que había llegado la hora de deshacerse del bloqueo contra Cuba y que estaba considerando viajar a la isla este verano.
Por otro lado, y sin mucho ruido, los gobiernos de ambos países han mantenido un diálogo limitado pero activo sobre, oficialmente, temas como migración y servicio postal, pero se especula que también se abordan otros asuntos. La semana pasada, la secretaria asistente de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, se reunió con la directora de la División de América del Norte de la cancillería cubana Josefina Vidal, reportó Afp, algo más inusitado por ser un contacto de un nivel más alto que las reuniones rutinarias.
El secretario de Estado John Kerry comentó a principios de este mes, ante el foro anual del Consejo de las Américas, que la política de Obama desde 2009 ha estado enfocada en “aflojar la dependencia de los cubanos sobre el Estado y fortalecer una sociedad civil independiente”, y agregó que hay un encaje importante entre la política estadunidense y el sector emergente de micro-empresas en Cuba. Subrayó que la “herramienta más efectiva” para promover la meta de “dar poder a los cubanos para determinar su propio futuro” es la “profundización de los vínculos entre los pueblos cubano y estadunidense”. Señaló, aparentemente ya enterado de que se emitiría la carta abierta de hoy, que las propuestas impulsadas para apoyar a los empresarios cubanos están siendo evaluadas por el gobierno de Obama."
En carta abierta a Obama, el ex director de inteligencia nacional (y ex embajador en México) John Negroponte, el ex jefe del Comando Sur de Estados Unidos (y más recientemente Comandante Supremo de la OTAN) almirante James Stavridis, el ex subsecretario de Estado Strobe Talbott y el empresario cubanoestadunidense Andrés Fanjul, junto con otros 40 ex funcionarios, empresarios y académicos, afirmaron que “Estados Unidos se encuentra cada vez más aislado internacionalmente en su política hacia Cuba”, e indicaron que el presidente tiene una oportunidad “sin precedente para instar avances significativos si recurre a su autoridad ejecutiva en un momento en que la opinión pública sobre la política hacia Cuba ha girado hacia una mayor interrelación con el pueblo cubano mientras mantiene la presión sobre los derechos humanos”.
Los firmantes solicitaron que el presidente use su autoridad ejecutiva para permitir mayor comercio entre los sectores privados de ambos países, amplíe el número de agrupaciones autorizadas para facilitar viajes de expertos para prestar asesoramiento técnico a empresarios cubanos, mayor flexibilidad en el flujo de dinero con fines empresariales e impulsar la expansión de las telecomunicaciones en Cuba al permitir la venta de equipo e infraestructura.
“Hoy más que nunca Estados Unidos puede ayudar al pueblo cubano a determinar su propio destino al construir sobre reformas de política estadunidense que ya se han iniciado”, escribieron. Los cambios que proponen, añaden, ayudarán a “otorgar mayor libertad a organizaciones e individuos privados de servir directa e indirectamente de catalizadores de cambio significativo en Cuba”. Entre los firmantes también se encuentra el empresario Gustavo Cisneros, los ex secretarios asistentes de Estado Jeffrey Davidow, y Arturo Valenzuela, los ex legisladores Byron Dorgan y Lee Hamilton y David Rockefeller. La carta.
Por otro lado, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas Donohue, anunció que realizará su primera visita a Cuba en 15 años. Afirmó que “este viaje ofrecerá un vistazo de primera mano a los cambios en las políticas económicas y si están afectando o no la capacidad de hacer negocios ahí”, reportó Ap.
Aunque Obama modificó algunas de las restricciones impuestas por su antecesor George W. Bush y legisladores cubanoestadunidenses, incluso el aflojar límites sobre viajes, mayor intercambio a nivel universitario y el envío de remesas, no ha cumplido con sus promesas iniciales de buscar un cambio mayor en la relación bilateral. Esta, a la vez, se ha complicado por el asunto de “los cinco cubanos” antiterroristas encarcelados en Estados Unidos y el encarcelamiento del contratista estadunidense de la USAID Alan Gross en Cuba.
La relación se enturbió más con las recientes revelaciones de la agencia Associated Press de que la USAID impulsó un proyecto clandestino (la agencia y la Casa Blanca insisten en que no fue secreto, sino “discreto”) para establecer una red social digital apodada “Twitter cubano” con fines de propaganda estadunidense. Y en los últimos días, Cuba arrestó a cuatro cubanos residentes en Miami y los acusó de conspirar para llevar a cabo actos terroristas en la isla, algo por lo que, curiosamente, Washington no ha protestado.
Sin embargo, continúa creciendo un coro influyente y cada vez más amplio en Estados Unidos para modificar la política de Washington hacia la isla. Encuestas recientes continúan registrando el giro en la opinión pública estadunidense mencionada en la carta abierta. Un sondeo del Atlantic Council a principios de este año registró que 56 por ciento de los estadunidenses favorece un cambio de política hacia Cuba, y aún más sorprendente, que 63 por ciento de los ciudadanos de Florida favorecía un cambio.
Hace un par de semanas cuatro legisladores federales estadunidenses, todos demócratas, visitaron Cuba y señalaron que las condiciones ya están presentes para promover negociaciones directas entre Washington y La Habana hacia la normalización de relaciones, reportó Prensa Latina. Y el candidato demócrata a gobernador de Florida –y ex gobernador republicano de ese mismo estado– se atrevió hace poco a declarar que había llegado la hora de deshacerse del bloqueo contra Cuba y que estaba considerando viajar a la isla este verano.
Por otro lado, y sin mucho ruido, los gobiernos de ambos países han mantenido un diálogo limitado pero activo sobre, oficialmente, temas como migración y servicio postal, pero se especula que también se abordan otros asuntos. La semana pasada, la secretaria asistente de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, se reunió con la directora de la División de América del Norte de la cancillería cubana Josefina Vidal, reportó Afp, algo más inusitado por ser un contacto de un nivel más alto que las reuniones rutinarias.
El secretario de Estado John Kerry comentó a principios de este mes, ante el foro anual del Consejo de las Américas, que la política de Obama desde 2009 ha estado enfocada en “aflojar la dependencia de los cubanos sobre el Estado y fortalecer una sociedad civil independiente”, y agregó que hay un encaje importante entre la política estadunidense y el sector emergente de micro-empresas en Cuba. Subrayó que la “herramienta más efectiva” para promover la meta de “dar poder a los cubanos para determinar su propio futuro” es la “profundización de los vínculos entre los pueblos cubano y estadunidense”. Señaló, aparentemente ya enterado de que se emitiría la carta abierta de hoy, que las propuestas impulsadas para apoyar a los empresarios cubanos están siendo evaluadas por el gobierno de Obama."
Fonte: La Jornada
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