"Las mujeres con sueldo fijo mensual ganan un 21% menos que los hombres en puestos de iguales condiciones. Pero las que tienen una remuneración variable, condicionada por incentivos o complementos personales no objetivos, sufren una mayor desigualdad: en este caso, la brecha se dispara hasta el 37%. Es una de las principales conclusiones de un exhaustivo informe realizado por la Secretaría de Estado de Igualdad en colaboración con el Consejo Superior de Cámaras de Comercio para establecer los factores que determinan la discriminación salarial por razón de sexo en España.
El informe, realizado a partir de la Base de Datos de Estructura Salarial y Competitividad, que combina información de la Encuesta de Estructura Salarial 2006 del Instituto Nacional de Estadística y del Sistema de Análisis de Balances Ibéricos, cruza por primera vez cifras de ingresos individuales con datos empresariales, lo que permite establecer factores novedosos. Confirma conclusiones ya extraídas en anteriores estudios, como que la brecha salarial se incrementa a medida que aumenta la edad y sube el nivel de formación o el grado de responsabilidad, pero aporta además nuevos condicionantes. Por ejemplo, que la discriminación es mayor en las empresas más grandes, en las que tienen convenios colectivos de ámbitos reducidos y en las que registran mayor grado de competitividad. También es superior en las compañías privadas frente a las instituciones públicas y en las que cotizan en Bolsa..."
El informe, realizado a partir de la Base de Datos de Estructura Salarial y Competitividad, que combina información de la Encuesta de Estructura Salarial 2006 del Instituto Nacional de Estadística y del Sistema de Análisis de Balances Ibéricos, cruza por primera vez cifras de ingresos individuales con datos empresariales, lo que permite establecer factores novedosos. Confirma conclusiones ya extraídas en anteriores estudios, como que la brecha salarial se incrementa a medida que aumenta la edad y sube el nivel de formación o el grado de responsabilidad, pero aporta además nuevos condicionantes. Por ejemplo, que la discriminación es mayor en las empresas más grandes, en las que tienen convenios colectivos de ámbitos reducidos y en las que registran mayor grado de competitividad. También es superior en las compañías privadas frente a las instituciones públicas y en las que cotizan en Bolsa..."
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