"Los profesores de institutos públicos portugueses se encuentran en pie de guerra contra las medidas de ajuste del Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho, que repercuten y repercutirán en sus condiciones de trabajo y en la calidad de la enseñanza. Y el pulso ha llegado a tal punto que las pruebas (y las notas) de los Exámenes Nacionales, una suerte de Selectividad portuguesa, corren peligro. Los docentes han convocado este lunes una huelga, eligiendo una fecha clave: la del primero de esos exámenes cruciales para el futuro de los estudiantes, el de Portugués. El paro ha sido seguido masivamente. En más de un 90%, según los sindicatos.
Con todo, el ministro de Educación, Nuno Crato, asegura que el 70% de los estudiantes ha podido hacer el crucial examen debido a que, para vigilar las salas, no hacían falta más que un puñado de docentes por centro (incluido el director). Así, ha habido centros, en Lisboa y en otras ciudades portuguesas, en los que los chicos se han podido examinar y centros en los que no. Y centros en los que ha habido clases que sí y clases que no. Según los cálculos de la prensa portuguesa, más de 20.000 alumnos se han quedado sin hacer el examen. Para ellos, el ministerio ya ha habilitado una nueva fecha (algo que hasta hoy se ha negado a hacer para no enseñar sus cartas ante los sindicatos): el 2 de julio. Ahora hay que saber si los profesores vuelven a convocar huelga en esa fecha.
El malestar de los profesores viene de lejos. Como todos los funcionarios, han visto volatilizarse sus pagas extras, han visto cómo los impuestos suben y han visto cómo los sueldos bajan. Pero temen aún más lo que les espera. Los planes del Ejecutivo portugués, presionado por la troika, pasan por ahorrar 4.800 millones de euros en tres años. Y ese ahorro saldrá, en su mayor parte, de los ministerios de Sanidad y Educación, a base de suprimir puestos y de jubilar funcionarios. Una nueva ley permitirá que un funcionario sin ocupación pase a una categoría “especial” en la que cobrará un 60% del salario. Pasado un plazo, si esa ocupación sigue sin llegar, pasará a cobrar el seguro de desempleo perdiendo el estatus de funcionario.
Eso le puede pasar, sin ir más lejos, a Margarida Mota, una profesora de francés con 35 años de enseñanza, si el año que viene no hay estudiantes de esa lengua en su instituto de Rio de Mouro, cerca de Lisboa. Hay orden de contar cada vez menos con profesores contratados (hay docentes contratados que llevan así veinte años) con lo que las clases cada vez tienen más alumnos. Ya no es raro, según cuentan los profesores, ver aulas con 30 estudiantes cuando hace dos años la media era de 26. Los profesores también se quejan de que desaparecen tutorías o clases especiales para alumnos con distinto ritmo educativo que los demás y aseguran que la huelga y el consiguiente duelo a cara de perro con el Gobierno (con los alumnos en medio) es la única manera de salvar a la enseñanza pública portuguesa de caer en barrena.
De hecho, su lucha ya comenzó hace una semana. Desde entonces, los docentes se han negado a asistir a las reuniones generales en las que se califica el recorrido del curso del alumno. Esta nota luego se complementa con la de los Exámenes Nacionales. La medida fue seguida masivamente por los profesores, lo que anticipaba el éxito de la huelga de hoy."
Fonte: El País
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