"Según nuevas investigaciones, el dolor lumbar afecta a una de cada diez personas en todo el mundo, causa más discapacidades en todo el mundo que cualquier otra enfermedad y representa un tercio de las discapacidades relacionadas con el trabajo.
En un estudio, dirigido por Damien Hoy, de la Universidad de Queensland, los investigadores concluyeron que el dolor lumbar causa más discapacidades que otras casi 300 enfermedades juntas.
“Las personas más expuestas son las que trabajan en el sector agrícola y las que tienen entre 35 y 65 años. Sin embargo, el dolor lumbar representa un problema en muchas profesiones”, dice el profesor universitario Tim Driscoll, autor principal de otro estudio de la Escuela de Salud Pública de Sidney que examinó el dolor lumbar en diferentes sectores de empleo.
Añadió que los trabajadores y trabajadoras del sector agrícola tenían cuatro veces más posibilidades que los trabajadores y trabajadoras de otros sectores de desarrollar una discapacidad relacionada con las lumbares.
“Son lugares donde el empleo en agricultura es más común, pero los índices son considerables en todas las regiones, todos los grupos de edad y ambos sexos”.
En países desarrollados como el Reino Unido, el dolor lumbar a menudo está presente en sectores como la construcción, el proceso de fabricación, el cuidado de personas y los supermercados.
“En Gran Bretaña, uno de los mayores grupos expuestos a estos dolores es el de los enfermeros y enfermeras”, explicó a Equal Times Hugh Robertson, jefe de salud y seguridad en el Congreso de Sindicatos (TUC, por sus siglas en inglés).
“Asimismo, las personas que pasan muchas horas sentadas pueden tener muchos otros problemas, normalmente dolores en la parte superior de la espalda, pero dependiendo de la postura también puede ser un factor”, dijo.
“El dolor lumbar nos afecta a casi todos en algún momento de nuestras vidas”, añadió.
“Sabemos que el dolor lumbar se puede prevenir no levantando cargas demasiado pesadas y no levantando cargas repetidamente. Sin embargo, no se trata solamente del peso, sino también del ángulo al levantarlo”.
Encontrar soluciones
En 2005, el TUC indicó que las empresas británicas pierden unos 4,9 millones de días a causa del absentismo de los empleados por dolores de espalda relacionados con el trabajo.
Sandra, 54, de Berkshire, Reino Unido, padece dolores de espalda crónicos. Lleva trabajando en supermercados desde los veintitantos, principalmente como cajera y actualmente no puede trabajar debido a dolores lumbares crónicos.
“Los problemas de espalda empezaron hace unos 12 años. Me dolía el glúteo derecho y el médico me dijo que en realidad era un problema de espalda. Tuve que guardar reposo varios días. El dolor volvió al cabo de unos meses e intenté continuar trabajando”.
“Dejé de trabajar hace tres años. El dolor era simplemente insoportable; no podía dormir y algunos días no podía andar”.
Robertson dijo que, como no siempre conocemos la causa del dolor lumbar, es fundamental obtener la ayuda de un especialista desde el principio, antes de que el dolor sea crónico.
“Cuanto más esperas, menos posibilidades tienes de volver a trabajar en algún momento”, dijo.
“Los trabajadores de la construcción, por ejemplo, a menudo tienen dolores crónicos cuando llegan a los cincuenta”.
Robertson explicó que, aunque los empleadores tienen la obligación por ley de hacerlo, “muy pocos adoptan verdaderamente medidas razonables” para evitar que los empleados y empleadas tengan dolores de espalda “y no hay prácticamente medidas para hacer cumplir la ley a aquellos que no lo hacen”.
Sin embargo, se han producido algunas mejoras, incluso en los supermercados, a medida que los empleadores son más conscientes de los problemas.
“En algunos de los supermercados, por ejemplo, los mismos trabajadores y trabajadoras se han sentado, a través de sus sindicatos, con la dirección para rediseñar las cajas”, dijo.
“Han conseguido reducir alrededor del 50 por ciento de los problemas de espalda. Es una prueba de cuánto se puede hacer”."
En un estudio, dirigido por Damien Hoy, de la Universidad de Queensland, los investigadores concluyeron que el dolor lumbar causa más discapacidades que otras casi 300 enfermedades juntas.
“Las personas más expuestas son las que trabajan en el sector agrícola y las que tienen entre 35 y 65 años. Sin embargo, el dolor lumbar representa un problema en muchas profesiones”, dice el profesor universitario Tim Driscoll, autor principal de otro estudio de la Escuela de Salud Pública de Sidney que examinó el dolor lumbar en diferentes sectores de empleo.
Añadió que los trabajadores y trabajadoras del sector agrícola tenían cuatro veces más posibilidades que los trabajadores y trabajadoras de otros sectores de desarrollar una discapacidad relacionada con las lumbares.
“Son lugares donde el empleo en agricultura es más común, pero los índices son considerables en todas las regiones, todos los grupos de edad y ambos sexos”.
En países desarrollados como el Reino Unido, el dolor lumbar a menudo está presente en sectores como la construcción, el proceso de fabricación, el cuidado de personas y los supermercados.
“En Gran Bretaña, uno de los mayores grupos expuestos a estos dolores es el de los enfermeros y enfermeras”, explicó a Equal Times Hugh Robertson, jefe de salud y seguridad en el Congreso de Sindicatos (TUC, por sus siglas en inglés).
“Asimismo, las personas que pasan muchas horas sentadas pueden tener muchos otros problemas, normalmente dolores en la parte superior de la espalda, pero dependiendo de la postura también puede ser un factor”, dijo.
“El dolor lumbar nos afecta a casi todos en algún momento de nuestras vidas”, añadió.
“Sabemos que el dolor lumbar se puede prevenir no levantando cargas demasiado pesadas y no levantando cargas repetidamente. Sin embargo, no se trata solamente del peso, sino también del ángulo al levantarlo”.
Encontrar soluciones
En 2005, el TUC indicó que las empresas británicas pierden unos 4,9 millones de días a causa del absentismo de los empleados por dolores de espalda relacionados con el trabajo.
Sandra, 54, de Berkshire, Reino Unido, padece dolores de espalda crónicos. Lleva trabajando en supermercados desde los veintitantos, principalmente como cajera y actualmente no puede trabajar debido a dolores lumbares crónicos.
“Los problemas de espalda empezaron hace unos 12 años. Me dolía el glúteo derecho y el médico me dijo que en realidad era un problema de espalda. Tuve que guardar reposo varios días. El dolor volvió al cabo de unos meses e intenté continuar trabajando”.
“Dejé de trabajar hace tres años. El dolor era simplemente insoportable; no podía dormir y algunos días no podía andar”.
Robertson dijo que, como no siempre conocemos la causa del dolor lumbar, es fundamental obtener la ayuda de un especialista desde el principio, antes de que el dolor sea crónico.
“Cuanto más esperas, menos posibilidades tienes de volver a trabajar en algún momento”, dijo.
“Los trabajadores de la construcción, por ejemplo, a menudo tienen dolores crónicos cuando llegan a los cincuenta”.
Robertson explicó que, aunque los empleadores tienen la obligación por ley de hacerlo, “muy pocos adoptan verdaderamente medidas razonables” para evitar que los empleados y empleadas tengan dolores de espalda “y no hay prácticamente medidas para hacer cumplir la ley a aquellos que no lo hacen”.
Sin embargo, se han producido algunas mejoras, incluso en los supermercados, a medida que los empleadores son más conscientes de los problemas.
“En algunos de los supermercados, por ejemplo, los mismos trabajadores y trabajadoras se han sentado, a través de sus sindicatos, con la dirección para rediseñar las cajas”, dijo.
“Han conseguido reducir alrededor del 50 por ciento de los problemas de espalda. Es una prueba de cuánto se puede hacer”."
Fonte: Equal Times
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