"El año pasado, las huelgas en los restaurantes de comida rápida y las tiendas Walmart en todos los Estados Unidos tuvieron una incidencia política clara, afianzando el movimiento a favor del establecimiento de un salario mínimo nacional hasta el punto de que podría ser un factor clave en las elecciones del congreso este año.
En su Discurso sobre el Estado de la Unión en enero, el Presidente Barack Obama se comprometió a aumentar el salario mínimo de los empleados de los contratistas federales a 10,10 dólares EE.UU. por hora.
Los sindicatos y demás grupos de defensa de los trabajadores que participaron en la reciente ola de huelgas por los bajos salarios en el sector minorista piden que el umbral salarial mínimo sea de 15 dólares por hora.
El salario mínimo federal actual es de 7,25 dólares.
Según el Departamento del Trabajo de EE.UU., 3,6 millones de personas, es decir, el cinco por ciento de los trabajadores con remuneración horaria, ganan el salario mínimo.
“El aumento del salario mínimo no es una alternativa a la sindicalización,” afirma Amy Traub, analista política de Demos, un instituto de política de tendencia progresista.
“Los sindicatos consideran que es una manera de alzar el umbral salarial del mercado de trabajo, cuyo bajo nivel ha perjudicado a los trabajadores a todos los niveles de la economía. Los trabajadores sindicalizados están sintiendo la presión. Alzando ese umbral se incrementaría el nivel de vida de todos los estadounidenses”.
Traub añadió que el apoyo del aumento del salario mínimo conllevaría ventajas políticas para los sindicatos, ya que estos podrían “también utilizar esa cuestión para llamar la atención sobre la economía y sobre el hecho de que la gente tiene cada vez dificultades para llegar a fin de mes”.
La Oficina del Presupuesto del Congreso (CBO) señaló que aumentar el salario mínimo federal a 10,10 dólares por hora daría lugar a una pérdida de 500.000 puestos de trabajo pero sacaría de la pobreza a casi un millón de familias.
También aumentaría los ingresos de unos 16,5 millones de trabajadores, según los datos de la CBO.
Los defensores del sector empresarial se jactaron de esas conclusiones, confirmando su alegación de que alzar el nivel de salarios federal aumentaría el desempleo.
En una entrevista por correo electrónico con Equal Times, el abogado laboralista e investigador, Moshe Marvit de la Century Foundation dijo: “No estoy seguro de la utilidad de esas estimaciones porque en el informe se indica claramente que hay una alta probabilidad (dos tercios) de que el empleo se reduzca entre cero y un millón de personas. Por consiguiente, se asume que, como media, se podría perder medio millón de empleos. Al basarse en una horquilla tan amplia la CBO parece indicar que no está segura de la cifra real de desempleo”.
“El salario mínimo actual es simplemente insostenible, además de ser desmesurado. No es justo que personas que trabajan a tiempo completo reciba una paga que está por debajo del umbral de pobreza.
“Aumentar el salario mínimo es un primer paso en la buena dirección. Si el informe de la CBO resulta ser correcto y que el desempleo aumenta, entonces habrá que tomar nueva medidas para aumentar el nivel de empleo”.
“Los conservadores están totalmente equivocados”
En una declaración, el Presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, rechazó las conclusiones, así como el talante conservador de las cifras.
“Cada vez que se crea un impulso para amentar los salarios, los ideólogos conservadores dicen que se destruirán empleos. En cada ocasión han estado totalmente equivocados.
“Si hay dos cosas que caracterizan a los conservadores es lo equivocado de sus predicciones y su indiferencia hacia los trabajadores”.
Refiriéndose al informe Traub dijo: “Se basó en estudios que carecen de validez puesto que utilizan metodologías que han sido desacreditadas”.
Los sindicatos y otros defensores de la propuesta de aumentar el salario mínimo han destacado varios indicadores positivos, como el hecho de que a pesar de su postura firmemente antisindical, Walmart , el mayor empleador privado en los Estados Unidos, esté contemplando la posibilidad de apoyar la intención del gobierno de aumentar el salario mínimo.
El gigante de la ropa, Gap, también ha anunciado recientemente sus planes de aumentar su remuneración horaria en los Estados Unidos.
Traub afirmó que ese resultado era previsible, dado el estancamiento que sufrían los salarios y el deterioro del poder de compra de los consumidores.
Traub subrayó que la presión para el cambio se debió también a la mayor sindicalización en el sector.
“Se ha constatado un mayor nivel de activismo entre los trabajadores con salarios bajos,” dijo. “En los Estados Unidos eso explica en gran medida la importancia política que ha venido cobrando esa cuestión”.
Marvit confirmó que si los Demócratas pueden hacer que el salario mínimo sea un tema importante de campaña este año y cumplen su promesa de aumentarlo, subirá la estima del partido entre los sindicalistas y los progresistas, colectivos que se han sentido defraudados por la política económica del gobierno del Presidente Obama.
“Si los Demócratas ponen el acento en el salario mínimo más que en, por ejemplo, el déficit, demostrarán que la desigualdad de ingresos es una importante prioridad para ellos,” dijo.
“Sin embargo, el salario mínimo no basta. Los Demócratas también necesitan presionar por que se adopten políticas fiscales más progresistas, que se generen más empleo, que prevean más inversiones en la infraestructura y en la educación, y que se formulen otras políticas que reduzcan las desigualdades de ingresos a largo plazo."
Fonte: Equal Times
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