"México es un caso aparte entre los países de América Latina en política de salario mínimo, ya que desde la década de los 80 la utiliza de manera restrictiva, para controlar la inflación y favorecer las exportaciones hacia Estados Unidos con el fin de competir con China, indica un análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Ello pese a que ratificó el convenio 121 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual, para fijar el salario mínimo, exige tomar en cuenta las necesidades del trabajador y su familia como factores económicos en relación con el nivel de desarrollo del país, la productividad y la conveniencia de lograr un alto nivel de empleo.
La OIT estipula que contar con una política activa de salarios mínimos contribuye a combatir la pobreza y redistribuir el ingreso, destaca la Cepal. En cambio, una política restrictiva, con bajos salarios, asegura la rentabilidad de las empresas, aun si no hay aumento de la productividad, pero inhibe la innovación tecnológica en países donde predominan las actividades intensivas en mano de obra.
La investigación de la Cepal fustiga a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), organismo tripartita encargado de revisarlos, al aseverar que el Poder Ejecutivo lleva la voz determinante de los incrementos con base en la inflación esperada el siguiente año, sin compensar las pérdidas originadas en errores de cálculo en la inflación del año anterior.
El estancamiento de los salarios mínimos, abunda, revela las limitaciones del tripartidismo en la Conasami por la presión de los empresarios y la subordinación de los sindicatos al gobierno, mismos que por no rendir cuentas a sus bases convierten la comisión en una correa de transmisión de los objetivos de las políticas macroeconómicas y del modelo exportador, descuidando sus objetivos sociales y las exigencias normativas.
Con Peña Nieto sigue el estancamiento del minisalario
El salario mínimo ha llegado a duplicarse en algunos países latinoamericanos. Incluso hay casos, como Nicaragua, donde creció más que su producto interno bruto (PIB), pero México constituye un caso aparte, porque mantiene desde los años 80, sin variación, la misma política restrictiva, puntualiza la investigación, publicada este mes por su subsede regional, a cargo de Graciela Bensusán.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, advierte, continúa con la tendencia al estancamiento, sin intentar siquiera una mínima recuperación, considerando que en la actualidad el salario mínimo sólo equivale en términos reales a la tercera parte del que se obtenía en 1982.
De 1980 a 2000, el minisalario mexicano perdió más de las dos terceras partes de su valor y luego se erosionó más de 7 por ciento hasta 2009. En plena crisis financiera, México fue uno de los pocos países de la región que no tuvo una política salarial activa. Además de bajo, ese sueldo se mantuvo sin variación entre 2008 y 2012, cuando la caída de su PIB fue de las más altas en la región.
Así, el salario mínimo de México es el más bajo entre las naciones más desarrolladas de América Latina, incluso respecto de algunas países centroamericanos.
En 2011, ejemplifica el organismo, el sueldo mínimo en México llegaba a 147 dólares por mes, equivalentes entonces a la mitad de los 300 que se pagaban en Uruguay, menos de la tercera parte de los 475 en Argentina y menos de la mitad de los 372 en Chile. El minisalario mexicano también lo superaban los 516 dólares de Costa Rica, 224 de El Salvador y 273 de Guatemala.
Las cifras consignadas por la Cepal no cambian mucho a la fecha, ya que el salario mínimo en México se fijó para 2013 en 64.76 pesos por día, que a la cotización actual de 13.26 pesos por dólar ascienden a sólo 146.5 dólares al mes. Con el aumento de 2.53 pesos (3.9 por ciento) que la Conasami autorizó la semana pasada, en 2014 el minisalario será de 67.29 pesos diarios, es decir, apenas 2 mil 18 pesos o 152 dólares al mes."
Fonte: La Jornada
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